El primer paso para la fabricación de un cristal laminado es la limpieza de los cristales en un proceso extremadamente cuidadoso para eliminar los residuos, impurezas o manchas.

Posterior a esto, se ensamblan los cristales con la lámina de PVB y pasan por un horno de calentamiento para lograr la eliminación del aire, la fundición y adherencia de la lámina a los cristales (esta última mediante el sometimiento del cristal a presión controlada en una autoclave

Historia

El cristal laminado fue descubierto por casualidad por el químico francés Edouard Benedictus en 1903.

El “descubrimiento” ocurrió cuando el químico se encontró con un frasco que al caerse al suelo mantuvo unidos los fragmentos.

Esto se dio como resultado de la evaporación del contenido del frasco (solución de nitrato de celulosa) que formo una lámina en el interior del frasco, permitiendo que al caer el frasco el cristal se mantenga adherido a esta lámina.